
[Recibido por correo, foto de FunPic]
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En los formularios de recogida de datos personales y en cualquiera que haya una dirección, siempre hay una lucha continua con el código postal. Muchas veces se opta por dejarlo como un campo alfanumérico libre y dejar en el usuario la responsabilidad de escribirlo bien. Lo correcto, para España, es conseguir una copia de la base de datos de la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos y usarla para comprobar los datos. Aunque esto sólo nos serviría para España..
El código postal es una serie de dígitos que facilita la distribución del correo.
La gran mayoría de los servicios postales estatales del mundo utilizan códigos postales. Suelen tener distintos formatos y normas de uso dependiendo del país. En la mayor parte de Europa, el código postal va antes del nombre del lugar o ciudad y a veces precedido por el código del país. En los países angloparlantes suele colocarse detrás del nombre del lugar. Los códigos postales se suelen asignar a zonas geográficas, pero algunos identifican ciertas instituciones que reciben grandes cantidades de correo.
El primer país del mundo en introducir un sistema de códigos postales fue la República Federal de Alemania a principios de los 60. Poco después Estados Unidos siguió el ejemplo.
El Código Postal español se compone de 5 cifras. Las dos primeras hacen referencia a la provincia por orden alfabético (según el nombre oficial en el año de implantación) y van del 01 al 52. Los tres siguientes números indican la zona postal.
Cuando se introdujo el código postal en el territorio nacional, para hacer más fácil el cambio al código postal en las ciudades en que existía (Madrid, Barcelona y Valencia), se hizo que en las capitales de provincia el primer número de la zona postal fuera un cero y los dos siguientes correspondieran con la antigua zona postal.
Más información en Código postal y Código Postal español.
A cuadros me he quedado al ver este fragmento de Postal, película de Uwe Boll, subtitulada en español. Tengo que reconocer que me reía hasta que entendí de que se trataba. Me parece genial superar los problemas del pasado y verlos con optimismo, pero, ¿estaremos preparados ya?
No estoy muy seguro de que la gente esté preparada para ver una recreación cómica del atentado contra las torres Gemelas. La comedia del 11-S promete ser divertida si no lo consideras una irreverencia, una provocación, falta de respeto o lo que prefieras.
El título original, Harry Potter and the Deathly Hallows, juega con el doble sentido de la palabra "deathly" y "Hallows" (objetos sagrados), difíciles de trasladar a otros idiomas. J. K. Rowling propuso un título alternativo a sus editores internacionales: Harry Potter and the Relics of Death, que es el que ha traducido Salamandra.
Orson Scott Card creó la historia originalmente como un cuento de ciencia ficción en Analog Magazine en 1977. Más tarde le dio forma de novela ganando los dos premios más prestigiosos de la ciencia ficción: el Premio Nebula a la mejor novela en 1985 y el Premio Hugo a la mejor novela en 1986.
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