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Cada vez oigo a más gente hablar de la felicidad de vivir en una casita con su vaquita y sus ovejitas, desayunando los huevos de su gallinero y preparando ensaladas con las lechugas y tomates de su huerto. A todos siempre les respondo que yo soy un urbanita.

Ser un ratón de ciudad no significa que no sepa perfectamente que a las vacas no les importa que sea domingo y debes madrugar igualmente para ordeñarlas. Tampoco me impide saber que a las ovejas no les importa que estés cansado, indispuesto o de vacaciones; debes sacarlas igualmente y cambiarles la paja antes de devolverlas al redil. Los tomates y lechugas no crecen solos, hay que preparar la tierra y vigilarla. El campo no tiene fines de semana, vacaciones ni bajas por enfermedad. La jornada laboral empieza antes de despuntar el día y acaba después de la puesta del Sol. Soy un urbanita porque soy más libre en la ciudad.

Quizás todo sea porque la gente cuando vuelve de una casa rural queda convencida de haber "vivido el campo". Por fortuna cuando van a veranear a la costa no vuelven creyendo haber tenido una "experiencia marinera".

Si un día mi gata hace lo mismo que el gato del vídeo me da algo. Es una película bastante rara, pero tiene un no se que.

La música acojona un poco.

Y mientras hacía mi compra de última hora para asegurarme una cena digna me encuentro con la reposición de los turrones y mantecados. ¿Y que hago con los del año pasado? ¿Pero si aún no han puesto el anuncio de la Lotería? Seguramente no tenga de que preocuparme, ya se aseguran de que los turrones caduquen en octubre, así los tienes que comprar en noviembre y comerlos en diciembre.

Con desenfado y muy divertido aparece Superenserio te lo digo para quienes aseguran 'en ocasiones veo gangas' o afirman 'I'm not a freakman'. Tanto si tú lo que quieres es irte de fiés como si estás preparado para la vida moderna, vaya tela de nuevo blog .

Ana Frank Diario

  • Título: Diario
  • Título original: Het achterhuls
  • Autor: Ana Frank
  • Editorial: Plaza & Janés
  • ISBN: 84-01-42108X
  • 320 páginas, formato Bolsillo

Ana es una pequeña niña judía alemana que vive feliz refugiada en Holanda durante la Segunda Guerra Mundial. Al cumplir los 13 años recibe como regalo un pequeño cuaderno que convierte en su diario. De inmediato se pone a escribir en él y pronto se convierte en su amiga y confidente a la que llama Kitty. Durante la ocupación nazi de Holanda Ana debe ocultarse en la buhardilla de unos almacenes de Ámsterdam junto con siete personas más: sus padres (Otto y Edith Frank), su hermana Margot, el señor Dussel (un dentista), y el señor y la señora van Daan con su hijo Meter. En su diario va escribiendo el día a día del refugio a modo de cartas. Habla de sus miedos, sus esperanzas, sus sentimientos, sus conflictos de convivencia... Después de dos años de clandestinidad, el 2 de septiembre de 1944, todos fueron capturados en un registro de la Feld Polizei al anexo y enviados a campos de concentración. La gestapo saqueó el refugio dejando por el suelo libros viejos, revistas y periódicos. Entre ellos fue encontrado el diario de Ana por Miep Gies y Elly Vossen , dos de los que habían sido sus protectores. A los campos de concentración sólo sobrevivió el padre de Ana, que recibió el diario y decidió publicarlo como quería su hija. Años después respondía a una pregunta:

Nunca supe que mi pequeña Anne era tan profunda