Si algo debemos enseñar a nuestros hijos y nietos es que el mundo no es en blanco y negro, si no todo una gama de colores y tonalidades que lo llenan de viveza y variedad. Frases como "si no eres parte de la solución, eres parte del problema" deben ser erradicadas de las filosofías de trabajo para no ser empleadas ni sugeridas bajo ninguna circunstancia.
He podido notar en diferentes empresas y equipos de trabajo la, cada vez más común, tendencia al reparto de problemas. Un grave error que mina las conciencias y moral de sus integrantes. En toda organización se debe fomentar el espíritu de grupo, la cooperación y la no rivalidad. Es importante el reparto de trabajo y responsabilidades. No hay que ver un equipo de trabajo como las personas que se sientan a tu derecha e izquierda, nunca hay que olvidar que cada equipo pertenece a otro. El equipo más reducido con el que nos identificamos es el Proyecto, y el más grande la Empresa, pero hay todo un conjunto de equipos relacionados por pertenencia o dependencia. Todo proyecto pertenece a un departamento y suele depender de otros departamentos. Estos también son parte de tu equipo y no rivales. Hay que desterrar las frases del tipo "es tu problema". No se deben usar y mucho menos tolerar que las usen contigo. Esta frase es la gran destructora de equipos de trabajos que he podido ver en acción. Debemos entender que el "problema" es de todos, sin excepciones. Por el reparto de trabajo, siempre queda la solución en manos de algunos, pero las consecuencias de no solucionarlo salpica a todos. Nunca digas "es tu problema, soluciónalo", siempre di "tenemos un problema y necesitamos que lo soluciones". Es importante mantener la moral del equipo alta transmitiendo la importancia del trabajo de cada uno ("necesitamos que lo soluciones") y no tirar la moral por los suelos con falsas responsabilidades que sólo generan estrés ("es tu problema"). Es mucho más satisfactorio terminar un trabajo sabiendo que has hecho necesario que hacerlo simplemente por cumplir una obligación.
A final de mes el sueldo será el mismo, pero puedes conseguir que se sientan orgullosos.
Este comportamiento, chistosamente llamado "brown dispatching" (como si tuviera gracia), se debe a falta de confianza en sí mismo de los líderes de equipo (jefes, coordinadores, directores) que transmiten esta falta de confianza a su equipo, entrando en la nociva dinámica, y falsa creencia, de sentirse a salvo y satisfecho presionando a los demás. No se trabaja mejor bajo presión. Se obtienen resultados más rápidos, pero no es una situación sostenible en el tiempo. Se trabaja mejor con motivación y satisfacción. Si la motivación es grande, la satisfacción viene por sí misma, y la palmadita en la espalda se vuelve opcional porque ya diste la palmadita en el reparto de trabajo (nunca reparto de problemas).
Este artículo está muy bien cuando hablamos del equipo ideal, en el que todos participan, pero cuando hay un vago en el equipo llega un momento en el que el problema lo constituye él, y no decírselo es más nocivo que hacerlo. Hay personas que se suben al carro del equipo y disfrutan sencillamente formando parte de él, pero no aportan nada. Estas personas siempre existirán, y si les tratamos como si fueran maravillosos nunca sabrán que se están aprovechando de los demás y no corregirán su actitud. A veces una simple conversación o la frase "si no eres parte de la solución eres parte del problema" les ayuda a abrir los ojos. Es mucho más agradable siempre tener palabras amables, pero a veces es necesario ponerse serios y que cada uno conozca su papel en el equipo, para poder cambiarlo.