¡Ese niño es un borradicto y un drogacho!
Por mucho que intentas aislarte en el metro tarde o temprano acabas escuchando alguna frase suelta. Es lo que pasa por llevar con las orejas puestas. Al no estar atento a las conversaciones las frases suelen carecer de sentido. Eran un grupo de tres chicas de unos 16-18 años. Aunque llevaban todo el tiempo con una conversación bastante agitada, una soltó la fantástica frase alterándose aún más. No se si fue intencionado o no, pero aún intento contener la risa cuando lo recuerdo.
Pero hombre, si hasta hay un Papa que se llama así: Borradicto XVI