Día a día nos enfrentamos a las consultas de los usuarios. Ellos no nos entienden a nosotros ni nosotros a ellos. Proporcionar a nuestro usuario una nueva herramienta que facilite su trabajo desencadena un sinfín de quejas, problemas y alabanzas al sistema anterior, que curiosamente es superado por el nuevo. Todo esto lo refleja muy bien la parodia del monje que debe pasar del pergamino al libro.
Ver vídeo.
Escribir un comentario